Sin Prisa



Sin saber cómo, le abrí la puerta y se fue metiendo de a poquito en mi vida, se coló por donde pocas personas han podido y se instaló en mi psique,
 justo en medio de mi pasado y mi presente.
Le di cabida en mi alma y no me arrepiento, pues la ha ido incendiando lentamente hasta el punto de sentir el fuego recorriéndome las venas y el cuerpo haciéndose cenizas, cayéndose a pedazos y volviéndose a construir…
No puedo decir que de mi vida sea un retazo, porque es mucho más mi sentir.

Comentarios

Entradas populares de este blog

De nada un todo

El tendedero

Caminar se hace preciso