Entre Fragilidades





Fragilidad 1:
- Hay finales felices y finales necesarios, uno debe aprender a cerrar puertas no por soberbia y orgullo si no porque ya no te llevan a ningún lado; es duro, muy duro, más después de tanto tiempo, los recuerdos te sacuden y revuelcan de vez en vez pero aprendes a vivir con ellos aunque tu memoria te traicione.

Fragilidad 2:
- Si, casi 4 años pero bueno. Es un proceso. Hoy estoy bien quien sabe mañana!  
Y vos, cómo lo superaste?

Fragilidad 1: 

- No, te equivocas, aún no lo he superado, han pasado tres meses y se me siguen escapando las lágrimas, semanas en que solo lo pienso y lo pienso pero no he dejado de caminar y esa es la diferencia, estoy reconstruyendo mi vida y aceptando que se ha ido, siendo realista y viendo hacia atrás como lo que realmente era y no solo los momentos únicos si no recordando como me perdí a mí misma, como se volvió a distraer y como se volvió a ir, solo agarro ese dolor y lo convierto en los cojones que me sacan adelante.

Fragilidad 2:
- Uffff que fuerte y difícil! Pero estás de pie.

Fragilidad 1:
- Justamente eso... estoy de pie y caminando, y vos también los estás.
Podés llorar, patalear, recordar, todo eso está permitido pero NUNCA dejes de caminar.
La vida hoy me muestra un nuevo camino, una nueva vida la llamo, un comenzar de cero y lejos de asustarme me emociona enormemente saber que todo depende solo de mí y que no necesito a nadie más que no sea yo misma; aprendes que la soledad no existe y si existiera pues es una rica compañía.

Fragilidad 2:
- Nos encontramos de nuevo en el mismo ombligo.

Fragilidad 1:
- En la mitad de un estupendo camino... 


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