Soy Verbo

Aquel camino y una estación dejaron plasmado en mi corazón un recuerdo que no tendrá borrón; por favor un día menos y una noche más... Perdidos en el bosque de una carretera sin final, encontramos un camino por el cual podemos caminar, una pequeña ciudad fuera de este lugar, los árboles susurrando que la noche estaba por comenzar, la madera nos crugía y repetía esto no lo vas a olvidar; por favor un día menos y una noche más... Las gotas de lluvia rebotando sobre el agua, la luna en el suelo y nosotros en el cielo siempre cómplices y confidentes; por favor un día menos y una noche más. Una botella y dos vasos amargos en la orilla, el agua agitándose al ritmo de dos corazones, miradas fugaces y el frío de aquellos rincones, por favor un día menos y una noche más. Triste es amanecer si no estas, por favor un día menos y una noche más...

Al sonido de una zamba bailaron las miradas bajo las luces intensas de un clavel, las caricias de unas manos sobre el mantel, el crugir de la madera con los pasos intensos del por venir, las agujas del reloj avanzan uno y se detienen dos segundos más. Al sonido de la trova bailaron las palabras, un mundo que se difuminaba entre miradas, ajenos a lo que nos rodeaba. La canela dando vueltas en el vaso y tu sonrisa dando vueltas a mi cabeza, al sonido del amor lo bailamos y un nuevo sonido creamos...

Otro miércoles, otro jueves y un domingo más, solo un fin de semana al cual quiero llegar. Nunca lo pedí siempre lo soñé y hasta ahora fue que lo encontré, un tesoro invalorable y los recuerdos innombrables. Otro miércoles, otro jueves y un domingo más, dime a dónde es que quieres llegar. No pediste permiso de entrar y ahora te quiero atrapar, no es un ayer, menos un mañana mas sí un ahora. Otro miércoles, otro jueves y un domingo más es ahí donde te voy a encontrar...

Aquella espera solo hizo desesperar, el sonido del telefóno en el bolso anunciaba su llamado, había llegado el momento, ese era su tiempo; cruzaron las miradas intensas, bellas mientras se acercaba su paso era rápido y seguro, un abrazo y muchos besos deseperados no querían un segundo mas sin tenerse. Aquella banca fue cómplice y compañera de una intima charla, la sencillez de ese momento solo les alimentaba el alma, su mirada, el calor de los cuerpos en un te quiero, todo simple, gente iba y venía quizás sin una compañía mientras él y ella se amaron en armonía...

Sacudiendo el polvo, batiendo las alas al Sol contruyendo la magia y la pasión. Esto no será un intento será un comienzo. Las lágrimas del pasado ya han secado y sólo me han alimentado. Sacudiendo el polvo, batiendo las alas al Sol...