Me acepto...Sí, acepto!
Un día la vida me golpeó tan fuerte, que me marcó para siempre; esa vez fue cuando mi primer amor me traicionó...mi papá. Por mucho tiempo levanté mi frente y fui fuerte sin percatarme del daño; tuve la oportunidad de perdonar para poder continuar, porque entendí que el rencor solo me afectaba a mi y quería crecer sin verme como una víctima, aún con el perdón supe que algo estaba mal conmigo ¿qué estaba haciendo mal en el amor que me veía traicionada cada vez que me enamoraba? y es que lo queramos o no las mujeres traicionadas por nuestro primer amor cargamos con esto a menos que abramos los ojos y el corazón a sanarnos y amarnos más, para dar paso a la sanidad emocional, a empoderarnos y saber qué papel queremos tener en la vida. Tuve que quedar con mi corazón en ruinas para poder dar paso a la mujer que realmente era y es que "las ruinas son un regalo, las ruinas son el camino a la transformación"*. C omencé a entender y a dejar de verme a mi misma como una víc