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Mostrando entradas de febrero, 2013

Esperando a que vuelvas

" Empezaron los problemas se enganchó a la pena se aferró a la soledad, ya no mira las estrellas mira sus ojeras, cansada de pelear. Olvidándose de todo, busca algún modo de encontrar su libertad, el cerrojo que le aprieta le pone cadenas y nunca descansa en paz y tu dignidad se a quedado esperando a que vuelvas. Tienen hambre sus latidos pero son sumisos y suenan a su compas, la alegría traicionera le cierra la puerta o se sienta en su sofá y tu dignidad se a quedado esperando a que vuelvas."

Plegarias a la Soledad

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Hoy que estamos juntos  no es casualidad fueron las plegarias en mi soledad  fueron malavares  con un fuego interno y esperar paciente volvieras a mí. Tú mi complemento, toda mi ilusión, el latir mas fuerte  de mi corazón,  eres el equilibrio en mi propio circo  para no soltarme de tu corazón Paso frágil necesito  tus caricias y tus besos,  son eternos los minutos esperando tu regreso. Paso frágil hoy que estamos juntos lucharé sin tregua defender lo nuestro, quemaré mis barcos no hay ningún regreso y si emprendo vuelo  junto a mi te quiero. Tengo fuego, nada me reservo, fundiré sortijas en un mismo acuerdo seguiré tus pasos, sentirás mi abrazo y si se nubla el cielo  junto a mi te quiero. Junto a mi te quiero.

A ti

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Encadéname el alma a tu corazón, envuélveme en las sábanas de tu piel, endúlzame con el miel de tus ojos, saciáme con la droga de tus besos. A ti que aun no sabes los besos que te caben en la boca.   A ti que has comprendido que a veces el olvido se equivoca . A ti... Encadéname, envuélveme , endúlzame, saciáme. A ti... Am áme.

Pasa el tiempo y paso yo...

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Enemigo el tiempo, ése que se lleva cada  buen momento dejando en la boca sin sabor. Tiempo, tu que creas la rutina y todo a tu paso arruinas.   Tiempo, en tu maleta llevas canciones con gran sentimiento. Tiempo, tu paso devastador y sanador. Tiempo, el que regalas en cada beso, aquel que me tomo entre tu cuerpo. Oh tiempo, pasas tú y paso yo...

Mensajes

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Justo ahí en la misma silla y su particular gesticular en compañía de una copa de vino que le ayudaba a tragar justo ahí ella se sentaba a esperar, a ver aquella luz parpadear una palabra, una letra, un te quiero o alguna maldición. Se sentaba a leer y releer a pensar y sentir, a repasar recuerdos que la mantenían viva e inspirada, a buscar respuestas en un libro escrito por un extraño que parecía leía su pensamiento y que la hacía sentirse acompañada, entendida y se decía: "Es desconcertante que un desconocido vea cómo eres con más claridad que tu misma" pero aquello la llenaba, encontraba respuestas que la hacía ver cuán errada y cúan en lo correcto estaba.  Un trago más, una copa más para tragar, quizá para olvidar y aprender a respirar, un tanto más para caminar y continuar para sentir todo aquello llamado...amar.