Tu carta

Hoy quemé tu carta. La única carta que me escribiste. Y yo te he estado escribiendo, sin que tu lo sepas, día a día. A veces con amor, a veces con desolación, otras con rencor. Tu carta la conozco de memoria: treinta líneas, cuatroscientas ochenta palabras, veinti siete comas, seis puntos seguidos, treinta acentos ortográficos y ni una sola verdad.